miércoles, 19 de noviembre de 2008

Partículas que se mueven dentro del corazón


Pintar paisajes de los colores de tu vida, darle forma a lo abstracto. Expresarme como pueda, pero no entenderme.

Momentos, que son sentimientos, que provocan sensaciones, que son tentaciones, que son instantes, que son frases, que, objetivamente, son nada.

Corta la vida, pero largos los momentos. Fui abordado por piratas de la noche, que no me dejaron pernoctar. Me dejaron vacío y solitario, mirando carencia en el techo.

Las arañas tejen papeles en los cajones, y el nomo de debajo de la cama ha salido a respirar. Una perla se ha caído del collar de la luna, he resbalado con ella y me di de bruces con el vacío. No me importa que Jim Morrison ya no cante para mi, ni tampoco que mi barquitos naveguen en licor. Son los dedos amarillos de reconoceros en el aire, son las manos sudorosas de las dunas de la piel. La garganta se ha secado con recuerdos, son putas de colores bailando su canción.

Ladrones de pretensiones en ramas de olmedos roban silbido al viento en su instigo de soñar. Los bancos esperan en oír gemidos de insectos en el coto, esperas recelosas que no creen la eternidad, que ven la niña de la muerte acercarse a la oquedad del manifiesto. Oraciones de cobras, pidiendo el clamor de un suicidio leve, y el revolver del señor está en el ojo del huracán.

Compases a destiempo, ruidos del presente que originan la hecatombe, susurros del futuro que se perciben acullá. Música omnisciente en la que cabriolan notas tocadas por el hado, el sino de la carta se ha perdido en un cabaret, las damas levantan exiguamente sus enaguas, y el tahúr resignado se ha jugado hasta el jugar.

Sogas en burdeles de rústicas maderas rellenas de cartón, ventiladores cromados rezuman el aroma del alcohol, las rosas se conservan en licor de cereza y están embriagadas de falso amor, de insatisfacción, de rameras que venden lo indetentado, por circunstancias y razones, por excusas de pigmentos de toda la gama, por vivir o desvivir.

Se ha acabado la ración de la sazón de esta macedonia, de inestimular el paladar de la mosca, hoy pagaremos por conocernos, por vivir un poco mas, o mucho menos. Hoy somos menos que ayer y más que mañana, hoy es hoy, y he llamado a tu puerta y no me has abierto.

Buenas noches para los corazones rotos, ratas de sumideros viejos, gatos contendientes llenos de rozaduras abatidos por la biografía corrupta escrita por sus párpados cansados de curiosear. Para mendigantes de la nada, para borrachos abstraídos de la representación de la sustantividad, gentes de gentes que piensan en mucha gente y siguen sin derruirse. Buenas noches, fracasados en el juego.

Buenas noches, perturbados.

¿Sub/realismo o representación de la i/realidad?

La niña nos ha salido respondona. ¡Que tía más graciosa!

(Solo dos cosas cariño, ¿Recuerdas?)

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