
Las vísceras estaban aplastadas contra el suelo de una calle que sonaba en “la sombra de tu sonrisa”, y una vez más recorriste mi cabeza con tus sucias manos, mientras me tocaba. Una vez más me hiciste sentirme vivo para llevarme al borde de la muerte, mientras quemaba neuronas entre mariposas. Tocaste el piano y el bajo para que volviera a escribirte, y me regalaste pánico y enfermos pensamientos que remover parcialmente con la cuchara.
¿Qué voy a hacer en una carrera a contrarreloj? Estrellarme seguro, pero ¿quizá morir en el intento, o quizá quedarme más que invalido hasta recomponer mis huesos cacho a cacho? Y seguramente nunca podré volver a volar, tal vez debiera estrellarme en seco al caer del tejado y darme de bruces con la realidad, o no se si seguir soñando, seguir, y seguir.
La segunda exaltación siempre duele más que la primera, más siempre morir en la primera, volver en la segunda, tic tac. Estrujar el futuro contra las agujas del reloj es siempre tan difícil… Hacía tanto que no paseabas por mis adentros… Puede que superarte sea crecer, para caer desde lo más alto, o lo menos bajo, pero… Siempre hablando en dubitativo.
Palabras y besos que te alejan, a ratos. Y quiero por fin arrancarte de mi ser, porque eres tan inútil, tan desesperadamente ansioso por existir. El coma en el que vives, del que entras y sales con tanta facilidad con la que sueño, ¡Muere de una puta vez, joder! Déjame recrearme un poco, déjame funcionar un rato.
Estás consiguiendo que quiera ir deprisa, cuando ¡No!, déjame contemplar un poco más despacio, fluir al ritmo de jazz en tardes inresurgentes, no quiero que seas un motivo más por el que escribir, ni que no pueda dormir y despertarme, al fin y al cabo, ¿para qué?
Deja de preguntarme estás cuestiones inútiles, como ¿hasta cuando? Y… esto no es un interrogatorio. Tic tac, la almohada me espera y, tic tac, otro latido que me acabas de robar, otro segundo que me haces desperdiciar, otra nota de la que me acabas de despegar.
Me haces vivir nostálgico de mi futuro (…)
¡Muere! ¡Muere! ¡Muere!
“Estamos acorralados por el miedo a morir, o el miedo a vivir que es lo mismo”
“El miedo es bilateral”
No hay comentarios:
Publicar un comentario